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domingo, 12 de agosto de 2007

A los dos nos sobran los motivos.

Con este último comentario quiero dejar zanjado mi blog. Se cierra por derribo, traslandándose a la calle melancolía, allí donde habite el olvido junto al bulevar de los sueños rotos.


Han sido unos meses en los que he intentado dar una opinión sincera de algunos temas que me parecían podían despertar el interés de quien me lee y no lo he conseguido. No voy a decir que haya sido decepcionante, era un experimento que como tal ha dado un resultado imprevisible.


Ni culpo a nadie ni me culpo a mi mismo. No he sabido ser fiel a una filosofía que creía increbantable porque vosotros, sin querer, me la habéis censurado.


Nacerá un nuevo blog más personal e intimo, más real y polémico, más cruel y canalla. Tendrá un anonimato fingido mientras mi ego prepotente me lo permita y en él comentare en verso una estrofa de Lorca o explicaré las razones por las que comparto el fondo que no la forma de la banda terrorista ETA.


No me dejaré influenciar por nada ni nadie, ni buscaré que el contador de visitas aumente día a día marcándome el objetivo de una popularidad razonable.


Se quedan algunas cosas en el tintero que me hubiese gustado compartir como la reivindicación de un partido homenaje que creo merecer por parte del Chusma, o el por qué no hay más caballeros en la Realeffa, o las aventuras y desventuras de cuatro noches en Almería.


Ya no quiero seguir prostituyendo mis letras por el temor al "qué dirán" no de mí, que soy libre e independiente de hacer lo que guste sin dar cuentas a nadie, sino de los personajes secundarios que pueblan mi novela.


Quiero mentir utilizando hechos reales y decir la verdad omitiendo realidades. Quiero ser yo y vosotros, vuelvo a insistir, lo evitáis.

De paso aprovecho para decir que estoy dispuesto y agradecido en colaborar de forma desinteresada e incluso anónima en cualquier blog que tenga a bien invitarme de manera esporádica, siempre y cuando la libertad de expresión no me sea ni impuesta ni vetada.


Un último favor os pido, si alguno de vosotros visita esta tumba de blog, absténgase de dejar comentarios en forma de flores de plástico.


Terminaré como he empezado, parafraseando a Sabina diciendo que quizás para decir "condiós" a los dos nos sobran los motivos.

jueves, 19 de julio de 2007

Los Caballeros

La Orden de los Caballeros es una Hermandad que se creó hace más de un lustro con fines inclasificables.

Los principales requisitos para formar parte de ella serían en orden aleatorio:
- Hacer o haber echo algún mérito demostrable y reconocido públicamente.
- Obtener el voto positivo de la mitad más uno de los miembros reunidos (siempre que éstos constituyan como mínimo el 50% de la orden)
- Partir piedras de mechero en "lo arto" de un flan.
- Ser digno de pertenecer a la Hermandad.
- Tener la suficiente humildad para clavar rodilla en tierra ante su nombramiento.

Las principales obligaciones serían (en el mismo orden aleatorio de antes):
- Fidelidad a lo que representa.
- Lealtad a los que la componen.
- Respeto a las doncellas ajenas.
- Armarse al menos ante una ninfa.

Los principales derechos:
- Apoyo incondicional de los miembros ante cualquier proposición de la índole que sea mientras no atente conta la Hermandad.
- Disposición de todas las ninfas de este mundo y de cualquier otro si lo hubiera o hubiese.
- Capacidad de poder nombrar "su doncella" a la ninfa que se le antoje.

En la actualidad, la Hermandad está constituida por los siguientes elementos:

Rey León
Lord Juan sin Tierra
Caballero de la Muerte
Caballero de la Triste Figura
Caballero de la Alpargata en la Boca
Caballero de Roca
Caballero de la Tinaja
Caballero de Arroz y Gallos Muertos
Conde Baila o Muere
Caballero de la Cruz Roja
Mago Gusiluz
Caballero de Troope
Caballero del Pasapalabra

Hubo un Dios que fue conocido como Kasumov, pero la filosofía sin dios y sin amo, hicieron que de él solo quedara un verso en el himno, conviertiéndolo mas en mitología que en otra cosa.

Cualquiera que desee ser ninfa o más aún doncella (se sobreentiende que esto va dirigido sólo a ellas) aquí tiene a un caballero dispuesto en sacrificio de la Orden.

Orden de los Caballeros de la Realeffa. (A petición popular)



Nadie en la Corte sabía quién era aquel barketero
rebosante de leffa y litronero que a caballero llegó.
Nadie creía su historia, más la corona sabía
que un gran mérito tendría para ostentar tal honor.
Cuando alguien ¿quién era? le preguntaba
aliñando su cigarro le contestaba:


"Soy un simple aventurero
metido en un mundo fantástico,
que se vuelve caballero
cuando Gambrinus, el hechicero
prepara el brebaje mágico"


Con su vaso Rocinante y el refresco de escudero,
su Dulcinea era el ciego y su lanza, el alcohol.
Sumando trofeos al reino, que el rey León ofrecía
a la hermandad que presidía el divino Kasumov.
Una a una irán estas ofrendas
forjando lo que acabará siendo leyenda.


Camino de las Cruzadas, entre ninfas celestiales
levantando su estandarte el caballero se armó
y en la almena del castillo, el caballero dejaba
una doncella nombrada con la leffa de su amor.
No quiso olvidar el camino y echó la vista hacia atrás;
¡son muchos los enemigos y volveré...
... a RECONQUISTAR!



Séptimo mes del año de Dios de MCMXCVI (Lord Juan sin Tierra)

lunes, 16 de julio de 2007

La Buena Estrella (dedicado a Juancho)


Hay lugares que parecen lo que son y lugares que no son lo que parecen. La luna y el sol colgados en la esquina bifurcan las dos entradas a la Buena Estrella sirviendo de faro y guía al que no sabe si su puerta es una u otra.


Una tiene alma de blues, de local londinense y té exótico, donde tres femeninos pares de negros ojos se turnan tras la barra.


La otra no tiene alma porque se la vendió al diablo a cambio de un chupito de whisky.


De ambiente casi mágico, opaca luz y resplandor de velas, se recibe al parroquiano al son que a sus satánicas majestades les sale de la garganta, dejando paso dependiendo de la hora del día a otras melodías más acordes al gusto de quien esté sirviendo en ese momento.


La Buena Estrella no es punto de encuentro de nada. Allí cada uno aparece cuando le viene en gana, y cuando no aparece uno, aparece otro, convirtiéndose en refugio del que trasnocha fumándose la vida entre dos pulmones tras una madrugá canalla.


Quintero, aquí hay cantera. Cantera de Ratones Coloraos, de Perros Verdes, de Vagamundos y de Cuerda de Presos. No te íbamos a faltar gente en tu colina con los que mantener un silencio mientras te mantenemos la mirada. Que aquí nada se esconde, que todo se sabe. Hipócrita el que calle.


La Buena Estrella ofrece psicología gratuita al que esta falto de palabras o "sobrao" de mundo. Aquí se discute a media voz mientras se hacen sudokus o se ojean los diarios buscando noticias que nunca se encuentran. Aquí todo pasa lento porque al olvidarse las preocupaciones de la mañana siguiente también al tiempo se le olvida pasar.


La Buena Estrella es una mirada paradójica al interior de estos seres humanos.




miércoles, 11 de julio de 2007

Alameda

Ponte en pie de guerra, Alameda, que tu alma no se vende.

Vienen ahora de fuera, señoritos de mierda, poniendo orden en el barrio, lavándole la cara, y vistiéndolo de bonito exibiendote a la galería para que los visitantes de fuera paseen sus hechuras entre los Álamos, sin llenarse los zapatos de albero.

Ahora quieren que seas un punto de referencia, un enclave turístico, donde mojar sus bigotes señoriales con la espuma de cervezas en vasos de cristales y apestando el aire con el humo de cigarrillos mentolados.

Aquí se ha bebido de la litrona, de mano en mano, buche a buche y se ha fumado sin boquilla. Nunca han echo falta veladores porque para sentarse estaban los poyetes y el suelo y si hacia frío se empendolaba una candela, y si hacia calor te ponías a la sombra.

No vengáis a poner orden, que bastante daño habéis echo ya reventando la idiosincrasia de siglos de historia. Aquí, en este suelo, se han reunido la calaña artística, la Sevilla bohemia, los inclasificables en ningún status social, los marginados, los sin nombre, los que desentonan los pongan donde los pongan menos aquí, los que no se sabe de donde vinieron y mucho menos a donde irán, los que llegaron sin preguntar, y los que preguntando llegaron, todo el que quiso venir ha tenido cabida en la plaza.

Ya nos habéis quitado el mercadillo, las prostitutas, el albero, el aparcamiento, etc, etc. Con lo que no habéis podido es con la Norte, que es lo único indecente que queda de antaño.

Hoy nos montáis un zoológico lleno de monos y prohibís la botellona porque a los vecinos les molesta el ruido. Ruido es el que hace la hormigonera a las 7 de la mañana, los sacos de cemento al golpear el hombro, y el palustre al cuadrar los ladrillos, ruidos que estos nuevos vecinos no han escuchado en su puñetera vida.

Señores del PSOE e IU, no os vendáis a la derecha para comprar la Alameda, porque no está en venta.

domingo, 8 de julio de 2007

El Chusma: los comienzos.


Cuando despuntaba la década de los 90, nació en la calle Fresa un club de fútbol que poco a poco se convirtió en un filosofía de vida. Sus comienzos fueron duros. Fue parido gracias a los descartes de un equipo de ensueño que encandiló a la Alameda. En sus orígenes tuve el honor de reclutar a los mas variopintos personajes de dudosa reputación futbolera en pos de reunir a grupo de hombres que defendieran el escudo con el que había soñado, con la cabezonería y el despecho de un portero carne de banquillo que injustamente calentó suplencia en el Torino.


Este club se dió en llamar el Crystal Palace, cimiento de cómo más tarde sería conocido.


Fiel a sus creencias e infiel a los que en un principio lo crearon, este equipo sufrió una transformación en sus integrantes, consolidándose en lo que todos conocemos hoy en día como el CHUSMA.


Su nombre se podría atribuir a la serie del Chavo del Ocho, de lo que se deduce que no sólo Fernando Alonso la veía, pero también se podría atribuir al motivo de su creación. Chusma según el diccionario es un conjunto de gente soez, de modales groseros y de comportamiento vulgar. Nunca ninguna definición calificó tan acertadamente al juego de un equipo.


Nunca el Chusma levantó un copa, nunca se clasificó entre los 3 primeros, nunca jugó en representación del barrio y nunca tuvo un internacional en sus filas.


Siempre marcó en cada partido, siempre buscó la polémica, siempre sudó la camiseta, siempre metió la pierna incluso cuando no debía de meterla y siempre celebró cada derrota como si de una victoria se tratara.


Nadie nace siendo Chusma, ni nadie se hace Chusma por decisión propia. El Chusma es mucho más que eso. Para ser Chusma, el Chusma tiene que querer que lo seas, si el Chusma quiere que seas Chusma, serás Chusma aunque tú no lo quieras. Contaminará con su veneno tu sangre y te hará adicto a él como a la peor de las drogas.... y serás un nuevo Chusma.

martes, 3 de julio de 2007

Mi primer coche


Cuando todavía se podía aparcar en las calles y no existían los gorrillas, yo tuve un Citroen AX.

Era pequeño en capacidad y en motor, no tenía aire acondicionado, ni siquiera reloj digital. La radio no era de carátula extraible, sino que era extraible entera y preferías no escucharla por no tener que cargar con ella.

En comparación con los coches de hoy en día, se podría decir que era una reliquia. De los que ya no se ven. Si sus asientos hablaran... no dirían nada, porque los caballeros no comentamos intimidades.

Juntos caminamos por la cuerda floja entre la vida y la muerte más de una vez. A mí siempre me protegió. Si contara las veces que lo estrellé contra algo me faltarían dedos en una mano. Yo es que tuve una profesora de autoescuela, y hasta que no se me olvidó todo lo que ella me enseñó, pues no aprendí a conducir.

Quizás no tenga la fama de la C15, del Drogomovil, del Canela o del Fura, otros coches de leyenda, pero la historia lo situará siempre como el primero, y la primera, según dicen los que saben, es la que nunca se olvida.

Murió una tarde asesinado de forma cobarde por un autobús que se le metió en el maletero. De él solo quedó la fotografía del siniestro que no quise recoger del taller de la Citroen.

El "Popolo", como lo llamaba mi padre, fue mi primer coche.